Un equipo de investigadores del IRP, a propuesta del Ayuntamiento de Castellón, inicia los trabajos en el panteón nº 11 del cementerio de San José para determinar qué deterioros presenta y poder realizar una propuesta de restauración.
Este Panteón datado a mediados del siglo XIX supone uno de los conjuntos funerarios más importantes a nivel patrimonial del cementerio de Castellón. La construcción se encuentra en la actualidad en un estado de conservación ruinoso y los trabajos iniciales previstos por el IRP supondrán unos valiosos estudios previos que concretarán tanto el diagnóstico de patologías presentes, como una propuesta de intervención.
El Panteón era propiedad de Teresa Vidal y Jover, la cual solicitó el terreno para construir: “un panteón oratorio dedicado a su querido esposo D. Ramón Peres y Rovira.” El permiso se le concedió el 7 de diciembre de 1866. El panteón, de estilo neogótico, está rodeado por una verja de hierro deliciosamente trabajado, la cual presenta una puerta de acceso a un espacio donde se encuentra, en el suelo, la losa que cubre los restos funerarios.
En tres de las paredes exteriores del panteón se aprecian escritos los nombres de algunas de las personas que en él descansan. También se pueden ver algunas alegorías esculpidas en las paredes, como, por ejemplo, unas antorchas boca abajo (símbolo de la muerte), o diversas coronas (símbolo del triunfo de la vida sobre la muerte, o también, recuerdo permanente). El interior dispone de un pequeño altar y dos banquetes laterales donde poder sentarse.