El profesor titular e investigador del Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio, Vicent Guerola, junto con Eva Gomis Vendrell, del taller de carpintería especializado en restauración de obras de arte La Morera, y Arnau Salom Viudes, miembro de la agrupación juvenil de la parroquia, han trabajado juntos en la recuperación de esta importante pieza del patrimonio cultural.
La matraca, también conocida como «barjola», se utiliza como alternativa al toque de campanas cuando estas enmudecen en Semana Santa en señal de luto. Es un instrumento de percusión de la familia de los idiófonos, que en este caso había permanecido en silencio durante varias décadas hasta que un grupo de vecinos sensibilizados con la recuperación de este elemento patrimonial decidió impulsar su restauración.
La matraca del campanario de la iglesia de Carcaixent fue construida después de la Guerra Civil, supuestamente para sustituir a alguna anterior. La pieza está construida con maderas nobles de alta calidad, entre ellas de morera y nogal, y no está mecanizada, por lo que el toque se realiza de forma manual tirando de una cuerda desde dentro del campanario.
Los trabajos de restauración consistieron en la limpieza, engrasado y encolado de las juntas más débiles de la estructura, para devolverle su sonido estridente original. Tras obtener la autorización del párroco actual, José Miguel Peris, para restaurar la matraca campanario, también se ha conseguido el compromiso de la Cofradía del Santo Sepulcro de Carcaixent, por mediación de su presidenta, Carmina Vidal, para que los cofrades de la misma se encarguen de hacerla sonar en las fechas señaladas.
Gracias al trabajo de restauración liderado por Vicent Guerola y su equipo, la matraca del campanario de la parroquia de la Asunción de Carcaixent volverá a sonar en la próxima Semana Santa, devolviéndole a la comunidad local una importante pieza de su patrimonio cultural y religioso.