Los investigadores del IRP, Pablo Rodríguez-Navarro y Teresa Gil-Piqueras, han sido nominados a los premios Aga Khan de Arquitectura 2019 por la restauración del Mausoleo de Sidi Bou Guertif, situado en El Khorbat, dentro del Oasis del Ferkla, en el sur de Marruecos.
Este pequeño edificio destinado al recogimiento y la plegaria, contiene toda la tradición constructiva del lugar, utilizando los materiales del mismo sitio (tierra y palmera), los sistemas de construcción tradicionales (tapial y adobe) y las tipologías propias del Islam (cúpulas, arcos, columnas con capiteles,…).
Los autores de la restauración llevan años documentando e investigando la arquitectura de tierra del sur marroquí. Las primeras investigaciones sobre el mausoleo comenzaron en el año 2010, con el estudio de la edificación, tanto a nivel de uso y significado local, como de los propios sistemas constructivos tradicionales y materiales empleados. Los siguientes trabajos se realizaron en el 2012 y en el 2014, a través de una campaña de levantamiento gráfico completo y un análisis exhaustivo de las patologías. Con la monitorización de las lesiones mediante los distintos levantamientos gráficos y fotográficos efectuados, fueron conocedores del avanzado estado de degradación y de la vulnerabilidad del mausoleo, que estaba destinado a colapsar irremediablemente, lo que suponía la pérdida, no solo un magnífico ejemplo de arquitectura, sino también de una parte de la tradición cultural inmaterial de la población local. En 2016, a través de la Asociation El Khorbat pour le Patrimonie et le Developpement Durable y con el apoyo de las autoridades locales, recibieron el encargo de su restauración. Los primeros trabajos de emergencia se desarrollaron ese mismo año, cuando ya se había perdido gran parte de la cúpula, quedando la obra finalizada en 2018.
El proyecto de restauración se ha basado en el uso exclusivo de las técnicas tradicionales, el respeto a su morfología y a su integración paisajística, garantizando su permanencia y uso, como ejemplo de una cultura ancestral. El proyecto contempló la participación de jóvenes locales, que siguiendo las instrucciones del mâalem encargado de las obras, pusieron en práctica las técnicas tradicionales.