El Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio expone desde el lunes 14 al lunes 21 de diciembre de 2020 la exposición «20 años iluminando la memoria» en el edificio NEXUS de la UPV
El equipo de dirección del IRP tiene el placer de invitaros a participar en la INAUGURACIÓN de la exposición «20 años iluminando la memoria» con motivo del 20 aniversario del instituto.
La exposición tendrá lugar entre el 14 y el 21 de diciembre en el vestíbulo del edificio Nexus de la Universitat Politècnica de València.
Os esperamos
20 AÑOS ILUMINANDO LA MEMORIA
En el Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio (IRP) de la Universitat Politècnica de València (UPV) llevamos 20 años contribuyendo al conocimiento, la conservación y la restauración del patrimonio cultural, especialmente del Patrimonio Cultural Valenciano, y estamos orgullosos de ello.
Los bienes culturales lo son, entre otras razones, porque despiertan una suerte de “afectos” a grupos de individuos o a la sociedad en general. Los especialistas que nos dedicamos a su conocimiento y su restauración, cuidamos de esos afectos y por eso se valora nuestro trabajo. La determinación en la salvaguarda y acrecentamiento del patrimonio cultural es la razón de ser y el motor que siempre ha movido al IRP.
Nuestra actividad se ocupa de bienes que son dignos de cuidado porque condensan significados, saberes y tradiciones, ajenos a la idea de “utilidad” que hoy imponen los mercados. Pero no es cierto, en absoluto, que sean inútiles. Los bienes culturales son útiles a las sociedades humanas. En realidad, siempre lo han sido, pero no por su valor de cambio en los mercados, sino porque desempeñan funciones esenciales en nuestra forma de ver, de entender y de estar en el mundo.
El Patrimonio funciona, dentro de una cultura, como significante: la función patrimonial es, fundamentalmente, una función-signo. Nuestro trabajo consiste, entre otras cosas, en facilitar a la sociedad el acceso a esos significados
Los contenidos denotados por los bienes culturales no tienen que ver con su utilidad original (su “razón de ser”) sino con su papel como testimonios de la historia (su razón de “seguir siendo”). Representan la durabilidad y la permanencia de una cultura (visión común del mundo) a través de las generaciones: la MEMORIA, entendida como la parte significativa de la historia, es su sustancia.
Los contenidos connotados son específicos de los bienes culturales y pertenecen a categorías muy concretas, tales como: el arte, la historia, la ciencia, la identidad, las ideas o principios, las tradiciones… En definitiva, pertenecen a lo que se conoce como CULTURA.
La memoria en el patrimonio cultural podría definirse como la segmentación de su condición histórica, por la cual el grupo o la sociedad afectada selecciona los hechos o detalles de su historia pertinentes para esa cultura compartida. En un mundo cambiante, los bienes patrimoniales representan el “mundo común” que permanece, que es estable, que sobrevive a las generaciones. La sociedad los valora porque testimonian la esencia que garantiza la continuidad profunda de su cultura.
Cuidar el patrimonio conlleva, por tanto, no solo conservar sin sobre todo ILUMINAR esa memoria: aclarar la compresión de esos significados y, con ello, acrecentar la cultura que sustentan. Ahí reside el propósito último de toda restauración. A eso nos dedicamos en el IRP y por eso, nuestro trabajo durante estos 20 años es hoy motivo de orgullo.
Francisco Juan Vidal
Director del IRP/UPV