Durante los últimos 2 años, el Grupo de Patrimonio Histórico de la Policía adscrito a la Generalitat Valenciana ha detectado un aumento, de casi el triple, de falsificaciones y robos de obras de arte.
La semana pasada, la unidad adscrita cerró una nueva operación, que inició en julio junto a la jefatura superior de Policía de Islas Baleares, con la intervención de cinco nuevas obras de arte falsificadas. Estas obras, son de pintores valencianos reconocidos como Joaquin Sorolla, Ignacio Pinazo, Genaro Lahuerta o José Benlliure.
En este sentido, el Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio de la Universitat Politècnica de València colabora en el peritaje de las obras de arte que son intervenidas por la policía autonómica.
Liderando el equipo de trabajo encargado está Vicent Guerola, restaurador de arte de la Universitat Politècnica de València, que recientemente fue entrevistado por À Punt TV.
El procedimiento habitual en estos casos consta de varias fases. Siempre se inicia por un registro fotográfico de la obra que llega, lo que permite realizar un peritaje basado en imagen. En paralelo, se realiza una batería de pruebas físicas y químicas directamente sobre la obra.
Las pruebas que se realizan sobre una obra son muy variadas. Generalmente se pueden dividir en pruebas en superficie —como el uso de luz ultravioleta— y pruebas más invasivas —como el análisis químico de los materiales—.
Dado el mercado actual de objetos antiguos, tan voluminoso, se han ido introduciendo, cada vez más, obras robadas o falsificadas.
La falsificación de obras artísticas está penada con una pena de hasta 4 años de prisión.
